Hace pocos días que se destapó una trama de compra de votos en Melilla. Un escándalo que, sin duda, cualquier persona con un mínimo talante democrático denunciará dado que tratan de ganar unas elecciones al margen de las normas de las que nos hemos dotado. Esto, además de ser reprobable moralmente, es fraude electoral y, por tanto, un delito.

No es la única manera de adulterar unas elecciones, pese a que la Ley Electoral no recoja algunos supuestos. Y de eso algo sabemos en Almuñécar y a Herradura.

Hace un par de semanas escribí un artículo titulado “De nervios y pactos”, en el que contestaba a las declaraciones del pretencioso y mediocre dirigente de Podemos provincial, Manu Ríos, en las que dejaba caer la imputación de un delito sin mencionar a nadie, dado que, además de mediocre, es un cobarde que no quiere ser denunciado por calumnias.

El caso es que las calumnias llevan siendo una constante en Almuñécar desde hace años. Estas se han llevado a cabo mediante octavillas sin firmar, cuya autoría todos en nuestra ciudad conocemos, y en RRSS, en cuyo caso sí es público de quién es la mano ejecutora.

En un artículo anterior denuncié que la lista de Podemos Almuñécar estaba compuesta por militantes de Convergencia Andaluza y personas residentes en otros municipios. Con esta lista, organizada por Juan Carlos Benavides, este busca dividir el voto de la izquierda e intentar eliminar del tablero político a quienes le han parado los pies hasta en tres ocasiones.

Además, hemos podido comprobar, puesto que hay imágenes que lo acreditan, que personas que componen la candidatura de Podemos van casa por casa repartiendo propaganda y votos de Convergencia Andaluza, además de compartirla en redes sociales. Pero tal es el disparate, que la propia candidata a la Alcaldía de Almuñécar por Podemos, ha defendido este hecho.

Candidata número 3 de Podemos Amuñécar

Es más, miembros de Convergencia Andaluza reparten la propaganda de su organización política y la de Podemos.

Uno de los señores que iba repartiendo propaganda electoral de Convergencia Andaluza es candidato de Podemos, y ha sido anteriormente candidato de Convergencia Andaluza. Es un orgulloso militante de la organización benavidista, como ya demostré en el anterior artículo, que se ha prestado a participar en la adulteración de las Elecciones Municipales.

Lo que está ocurriendo en Almuñécar La Herradura, una vez más, es corrupción, puesto que vamos a participar en unas elecciones adulteradas en las que Juan Carlos Benavides, líder de Convergencia Andaluza, ha impulsado la elaboración de una lista con la que pretende restar votos a la izquierda almuñequera. Porque repito, la lista electoral de Podemos Almuñécar está compuesta por personas a sueldo de Benavides para difamar y calumniar en RRSS y personas que no residen en Almuñécar.

Manu Ríos, responsable provincial de la organización morada, debería explicar cómo han financiado la campaña a su lista en Almuñécar, puesto que, repito, está compuesta por militantes de Convergencia Andaluza y personas que no residen en Almuñécar.

Para quien esté falto de memoria, quiero recordar que Juan Carlos Benavides Yanguas es un señor que lleva de concejal ininterrumpidamente desde las primeras elecciones, que ha sido 24 años alcalde, además, con un sueldo que costaba al Ayuntamiento 80.000 euros. Esa información, que es pública, la sigue negando afirmando que es lo mismo que cobraba como médico, a sabiendas de que eso no lo cobra un médico ni echando todas las guardias que su físico le permita.

Juan Carlos Benavides Yanguas es quien ha hecho la vida imposible a quien no pensaba como él. Y lo ha hecho amenazando y extorsionando a nuestros vecinos, como podrían acreditar muchas personas que han vivido en carne propia cómo se las gasta ese señor.

Juan Carlos Benavides Yanguas organizó contrapiquetes en la huelga de basuras, además, amenazando e insultando al comité de empresa de los trabajadores, que revindicaban unas condiciones de trabajo dignas.

Juan Carlos Benavides Yanguas es quien firmó decenas de convenios urbanísticos ilegales que se supeditaban a un PGOU depredador que recogía 4 campos de golf en nuestras vegas y, por tanto, la destrucción de la agricultura, una marina interior en la Sandovala y la construcción de 30.000 viviendas, como dije anteriormente. Todo lo cobrado indebidamente por la firma de esos convenios urbanísticos ilegales, todavía lo estamos devolviendo, con intereses, tras las numerosas sentencias contra el Ayuntamiento por este motivo.

Juan Carlos Benavides Yanguas es quien enterró millones de euros en un zoológico ilegal en el quinto pino, donde encerró a animales en jaulas fuera de su hábitat y con temperaturas extremas. Eso sí, hacía unas romerías fantásticas para sus militantes.

Juan Carlos Benavides Yanguas es quien construyó un acuario defectuoso en el que, desde el primer día, no han dejado de tener problemas de todo tipo, en algunos casos comprometiendo la seguridad de trabajadores y visitantes.

Juan Carlos Benavides Yanguas es el señor que permitió que el exarquitecto municipal se construyera un chalet de 700 metros donde sólo podía construir 100. El mismo que mandó a uno de los arquitectos técnicos municipales, tal y como declararon en un juicio, a hacer los planos de su palacio en Marruecos en horas de trabajo en el ayuntamiento.

Juan Carlos Benavides Yanguas, el señor que ha hecho todo eso (y lo que no se ha visto) es quien ha elaborado una lista de Podemos en Almuñécar, con la participación de Manu Ríos y Alejandra Durán. Esta última, por cierto, fue candidata en Málaga por el partido de derechas de Manuel Pimentel, exministro del PP.

Y ha hecho todo eso con la intención de engañar al electorado y, en definitiva, con la intención de adulterar unas elecciones que, como decía al principio de este artículo, cualquier persona con un mínimo talante democrático denunciaría.

Se vuelve a demostrar que la corrupción en Almuñécar tiene nombre y apellidos muy concretos.

Juan José Boto Garrido, secretario del Grupo Municipal de IU Podemos en el Ayuntamiento de Almuñécar y miembro de la candidatura de Almuñécar Unida para la Gente